Mi lista de blogs

diciembre 06, 2011

Trabajamos la Ficha 2 - "Posibilidades en la Red"


El espacio virtual juvenil

FICHA 2
Posibilidades en la Red
Las palabras “Comunidades Virtuales” es sinónimo de interactividad, participación, canal para la construcción de conocimiento, fuente de información y difusión de ideas u opiniones personales. Las oportunidades que brindan las redes sociales son inmensas. Hoy en día, gracias a las TIC (Tecnología de Información y Comunicación) muchas personas han encontrado en internet un centro de aprendizaje, una biblioteca virtual capaz de responder incógnitas, preguntas personales, canal para informarse, lugar para encontrar amigos/as, conocer nuevas personas; hasta podemos decir que los sitios sociales se convirtieron en un espacio de vital importancia para la vida de muchas personas.
Los espacios Virtuales se caracterizan por ser colectivo, real e interactivo.
Colectivo porque son de navegación infinita, que permiten la conversación inmediata con personas o grupos de personas. El mundo de la comunicación actual permite el diálogo con otras personas, sin importar la distancia ni el tiempo. Sólo basta con tener una computadora con acceso a internet.
Es real porque es un lugar en donde se comunican personas que comentan hechos reales, opiniones, informaciones, etc. Es un espacio virtual que permite obtener experiencias y conclusiones para consolidar la formación personal y espiritual. Aunque en algunas ocasiones se puede recibir malas orientaciones, todo depende de la persona para tomar en cuenta o rechazar dicho contenido o información, por lo que es necesario contar con una mentalidad y capacidad crítica ante las propuestas.
Es interactivo porque permite intercambiar ideas con otras personas, difundir puntos de vista, incrustar fotografías y videos para compartir con los demás. Es un espacio para promover relaciones con otras personas y así estar en constante comunicación con otra gente. No hay que olvidarse que muchas veces la ilimitada utilización de internet puede provocar que la persona se vuelva un adicto a las redes sociales, o comunidades Virtuales; ello puede ocasionar serios inconvenientes emocionales en la misma. La falta del relacionamiento personal, de tú a tú, la tendencia al aislamiento de la sociedad, son algunas de las dificultades que puede provocar esta adicción al internet. Por eso es esencial tener cuidado a la hora de utilizarla. En caso de los niños y jóvenes es recomendado que los padres estén atendiendo constantemente a sus hijos para ver a que páginas acceden, o que tipo de mensajes reciben, esto es teniendo en cuenta que en las redes circulan todo tipo de informaciones que muchas veces pueden resultar dañinas para la salud moral y espiritual de los jóvenes.
De allí la importancia de que los padres de familia mantengan buenas relaciones con sus hijos/as, acompañando diariamente sus actividades y conocer las páginas a las que acceden para evitar cualquier inconveniente que pueda surgir.
El diálogo frecuente de parte de los padres con los jóvenes es un elemento fundamental, el saber escuchar, el poder crear un ambiente propicio para que los jóvenes no se sientan cohibidos a la hora de comentarnos sus problemas, sus preocupaciones y dificultades por la cual estén atravesando.
Para la Reflexión
_________________________________
¿Las redes virtuales fortalecen los lazos afectivos?
¿Fortalece la comunicación?
¿Qué estrategias se podría adoptar para que los lazos afectivos y la comunicación no sean sustituidos por las comunidades virtuales?

octubre 17, 2011

El espacio virtual juvenil

Ficha 1

Hurgando en la red

Un Espacio Virtual es un grupo o comunidad de personas que tienen deseos de interactuar para satisfacer sus necesidades o llevar a cabo roles específicos. Comparten un propósito determinado que constituye la razón de ser de la comunidad virtual, con unos sistemas informáticos que medían las interacciones y facilitan la cohesión entre los miembros. 
Objetivos que mueven las comunidades virtuales
ü  Los objetivos principales de la comunidad virtual son los siguientes: Intercambiar información (obtener respuestas).
ü  Ofrecer apoyo (empatía, expresar emoción).
ü  Conversar y socializar de manera informal a través de la comunicación simultánea.
ü  Debatir, normalmente a través de la participación de moderadores.
Diferentes tipos de comunidades virtuales: Twitter, Orkut, Sónico, Hi5, Myspace,  Facebook, Foros de discusión—Correo electrónico y grupos de correo electrónico—Grupos de noticias—Chat—Messenger-Los Blogs, y otros tantos son un fenómeno de la red social.
Hoy en día, las comunidades virtuales son una herramienta muy útil desde un punto de vista empresarial, ya que permiten a las organizaciones mejorar su dinámica de trabajo interno, las relaciones con sus clientes o incrementar su eficiencia procedimental. En cuanto a su función social, las comunidades virtuales se han convertido en un lugar en el que el individuo puede desarrollarse y relacionarse con los demás, actuando así como un instrumento de socialización y de esparcimiento. En el ámbito educativo es una herramienta novedosa y positiva para producir, compartir, aprender, socializar y debatir ideas y conocimientos. En este nuevo  espacio es necesario el acompañamiento del docente o tutor. 
Los adolescentes y jóvenes, han hecho de la red su espacio para dar a conocer al mundo lo que les importa; la usan como medio de comunicación entre amigos y familiares, donde comparten información, música y videos, utilizan las nuevas herramientas en la red, como los diarios personales en línea (weblogs), comunidades virtuales, así como las grandes bases de conocimiento enciclopédico (wikis), generadas y enriquecidas por voluntarios. De acuerdo con el estudio sobre las redes sociales en línea, de la organización Pew Internet & American Life Proyect, en los últimos cinco años estos espacios han crecido en una forma exponencial, llamando la atención de padres de familia, escuelas, gobiernos y empresas. En los últimos dos años se han abierto más de 300 sitios de redes sociales en el mundo con éxito, reportan los analistas de la publicidad en Internet, Hitwise. Ciertamente que no siempre se utiliza estos medios para lo bueno, lo constructivo por lo que es necesario que tanto,  padres o tutores estén en conocimiento de los diversos espacios virtuales que frecuentan sus niños, adolescentes y jóvenes hoy.

Para la reflexión
 ¿Qué estamos haciendo los mayores con relación a este fenómeno incontenible de la tecnología? 
¿Nos ocupamos de estar en onda… de conocer, descubrir, utilizar estos medios  y así acompañar a nuestros niños y jóvenes?  

Tratemos de no llegar  tarde.

mayo 27, 2011

FICHAS PARA TRABAJAR EN EQUIPO

  
* Clicka en full page, para agrandar la página.
* Escribe los comentarios personales o grupales eligiendo el número de ficha que deseas trabajar.

enero 24, 2011

Autor: Benedicto XVI | Fuente: Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales Mensaje para la 45 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales Mensaje del Santo Padre bajo el tema: “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital





                                       

  "Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital."
                                                                         5 de junio 2010
                                                                  Mensaje del Santo Padre
Queridos Hermanos y Hermanas,
Con ocasión de la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, deseo compartir algunas reflexiones, motivadas por un fenómeno característico de nuestro tiempo: la propagación de la comunicación a través de internet. Se extiende cada vez más la opinión de que, así como la revolución industrial produjo un cambio profundo en la sociedad, por las novedades introducidas en el ciclo productivo y en la vida de los trabajadores, la amplia transformación en el campo de las comunicaciones dirige las grandes mutaciones culturales y sociales de hoy. Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural. Junto a ese modo de difundir información y conocimientos, nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión.

Se presentan a nuestro alcance objetivos hasta ahora impensables, que asombran por las posibilidades de los nuevos medios, y que a la vez exigen con creciente urgencia una seria reflexión sobre el sentido de la comunicación en la era digital. Esto se ve más claramente aún cuando nos confrontamos con las extraordinarias potencialidades de internet y la complejidad de sus aplicaciones. Como todo fruto del ingenio humano, las nuevas tecnologías de comunicación deben ponerse al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera. Si se usan con sabiduría, pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano.
Transmitir información en el mundo digital significa cada vez más introducirla en una red social, en la que el conocimiento se comparte en el ámbito de intercambios personales. Se relativiza la distinción entre el productor y el consumidor de información, y la comunicación ya no se reduce a un intercambio de datos, sino que se desea compartir. Esta dinámica ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas.
Por otro lado, todo ello tropieza con algunos límites típicos de la comunicación digital: una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia.

De modo especial, los jóvenes están viviendo este cambio en la comunicación con todas las aspiraciones, las contradicciones y la creatividad propias de quienes se abren con entusiasmo y curiosidad a las nuevas experiencias de la vida.
Cuanto más se participa en el espacio público digital, creado por las llamadas redes sociales, se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo. Es inevitable que ello haga plantearse no sólo la pregunta sobre la calidad del propio actuar, sino también sobre la autenticidad del propio ser. La presencia en estos espacios virtuales puede ser expresión de una búsqueda sincera de un encuentro personal con el otro, si se evitan ciertos riesgos, como buscar refugio en una especie de mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual. El anhelo de compartir, de establecer "amistades", implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio "perfil" público.

Las nuevas tecnologías permiten a las personas encontrarse más allá de las fronteras del espacio y de las propias culturas, inaugurando así un mundo nuevo de amistades potenciales. Ésta es una gran oportunidad, pero supone también prestar una mayor atención y una toma de conciencia sobre los posibles riesgos. ¿Quién es mi "prójimo" en este nuevo mundo? ¿Existe el peligro de estar menos presentes con quien encontramos en nuestra vida cotidiana ordinaria? ¿Tenemos el peligro de caer en la dispersión, dado que nuestra atención está fragmentada y absorta en un mundo "diferente" al que vivimos? ¿Dedicamos tiempo a reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones y a alimentar relaciones humanas que sean realmente profundas y duraderas? Es importante recordar siempre que el contacto virtual no puede y no debe sustituir el contacto humano directo, en todos los aspectos de nuestra vida.

También en la era digital, cada uno siente la necesidad de ser una persona auténtica y reflexiva. Además, las redes sociales muestran que uno está siempre implicado en aquello que comunica. Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso, puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro.

Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él.
Asimismo, tampoco se puede anunciar un mensaje en el mundo digital sin el testimonio coherente de quien lo anuncia. En los nuevos contextos y con las nuevas formas de expresión, el cristiano está llamado de nuevo a responder a quien le pida razón de su esperanza (cf. 1 P 3,15).
El compromiso de ser testigos del Evangelio en la era digital exige a todos el estar muy atentos con respecto a los aspectos de ese mensaje que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red. Hemos de tomar conciencia sobre todo de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la "popularidad" o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento.
La verdad del Evangelio no puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre. Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana. Por eso, siguen siendo fundamentales las relaciones humanas directas en la transmisión de la fe.
Con todo, deseo invitar a los cristianos a unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana. La red está contribuyendo al desarrollo de nuevas y más complejas formas de conciencia intelectual y espiritual, de comprensión común. También en este campo estamos llamados a anunciar nuestra fe en Cristo, que es Dios, el Salvador del hombre y de la historia, Aquél en quien todas las cosas alcanzan su plenitud (cf. Ef 1, 10). La proclamación del Evangelio supone una forma de comunicación respetuosa y discreta, que incita el corazón y mueve la conciencia; una forma que evoca el estilo de Jesús resucitado cuando se hizo compañero de camino de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35), a quienes mediante su cercanía condujo gradualmente a la comprensión del misterio, dialogando con ellos, tratando con delicadeza que manifestaran lo que tenían en el corazón.
La Vedad, que es Cristo, es en definitiva la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales. Los creyentes, dando testimonio de sus más profundas convicciones, ofrecen una valiosa aportación, para que la red no sea un instrumento que reduce las personas a categorías, que intenta manipularlas emotivamente o que permite a los poderosos monopolizar las opiniones de los demás. Por el contrario, los creyentes animan a todos a mantener vivas las cuestiones eternas sobre el hombre, que atestiguan su deseo de trascendencia y la nostalgia por formas de vida auténticas, dignas de ser vividas.
Esta tensión espiritual típicamente humana es precisamente la que fundamenta nuestra sed de verdad y de comunión, que nos empuja a comunicarnos con integridad y honradez.

Invito sobre todo a los jóvenes a hacer buen uso de su presencia en el espacio digital. Les reitero nuestra cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid, cuya preparación debe mucho a las ventajas de las nuevas tecnologías. Para quienes trabajan en la comunicación, pido a Dios, por intercesión de su Patrón, san Francisco de Sales, la capacidad de ejercer su labor conscientemente y con escrupulosa profesionalidad, a la vez que imparto a todos la Bendición Apostólica.

Vaticano, 24 de enero 2011, Fiesta de San Francisco de Sales.