Espacios virtuales, un elemento útil para la educomunicación

Las nuevas tecnologías comunicativas han facilitado en los últimos tiempos la comunicación entre personas. Las famosas comunidades virtuales, como Orkut, Twitter, Faceebok, Hi5, Sónico, Badoo, entre otras sin dudas se han convertido en un espacio de información, entretenimiento y distracción para muchos adolescentes. Las comunidades virtuales son espacios creados con el fin de contactar con otras personas, para facilitar la interactividad entre individuos que se encuentran en lugares distantes.
Muchos adolescentes encuentran en las comunidades virtuales un espacio de recreación por la cantidad de fotografías, videos, comentarios, mensajes que pueden encontrar en él. Además de la difusión de comentarios personales, sobre cualquier tema de interés. Y lo más importante, la posibilidad de contactar con otras personas, sin importar la distancia, ni la hora.
Estos espacios virtuales pueden ayudar a consolidar la formación profesional, moral y espiritual de las personas, debido a que hay posibilidades de intercambiar mensajes que pueden fortalecer las capacidad, talento y creatividad de los adolescentes. Son considerados como espacios de aprendizaje y elemento esencial para la difusión de ideas.
Muchas veces, la frecuente utilización de las comunidades virtuales puede traer efectos negativos, como la falta de relacionamiento cara a cara con los demás, también hay cierta tendencia de aislamiento social de parte de los adolescentes. Aparte dentro de los espacios virtuales circulan videos e imágenes de distinta índole que en muchas ocasiones pueden resultar dañinas para la salud moral y ética de los adolescentes.
Otros de los aspectos negativos que posee, es que no se puede saber con qué tipo de personas se está contactando, ya que las comunidades virtuales están abiertas al público en general, y no hay ningún tipo de censura en sus páginas. Muchas veces se tiene el riesgo de contactar con delincuentes, o personas mal intencionadas, y es muy difícil detectar; ya que las comunidades están disponibles para toda persona, sin importar la edad, religión, sexo, ideología y estrato social.
Aparte, con el transcurrir del tiempo uno, puede volverse adicto al internet y ello puede trae serias repercusiones en la vida personal y profesional, como consecuencia, el abandono familiar y social, hasta descuido en las actividades laborales.
De allí la importancia de estar siempre atentos, cultivar el sentido crítico antes las informaciones, tomar las precauciones o medidas reguladoras a la hora de utilizarla, si bien tiene muchos beneficios para las personas, y, tener mucho cuidado en el uso, debido a la cantidad de mensajes y contenidos falsos que circulan en las páginas. El acompañamiento constante de los padres o adultos, es un pilar fundamental para evitar que los jóvenes caigan en los mensajes falsos emitidos por las comunidades virtuales o para prevenir la adicción de los jóvenes hacia el internet.